Comenzar una obra o reforma dependiendo de por que la hagamos puede hacernos mucha ilusión o mucho estrés. Pero para que la obra o reforma nos traiga menos dolores de cabeza hay que tener en cuenta a los vecinos. Si ellos están lo menos incómodos posible nuestra obra irá mucho mejor. Por eso te dejamos estos consejos para llevarte bien con ellos.
1. Comunícales las intenciones:
Antes de nada, lo mejor sería que tus vecinos lo sepan. Así que antes de coger el martillo lo que deberías hacer es avisarles. Habla con ellos en persona y cuéntaselo. Y si es una obra muy grande igual necesitas su aprobación para llevarla a cabo. Además con eso creas lazos de confianza.
2. Sobre todo, respeta los horarios:
Los límites máximos de decibelios permitidos están marcados por ordenanzas municipales.
Es casi imposible no superarlos, pero vigila al personal encargado de la obra para que no superen los límites establecidos. Evita los fines de semana, y si no hay más remedio porque se trata de algo urgente, avisa a los vecinos.
3. Deberías estar siempre disponible.
Dales tu teléfono móvil para que puedan localizarte si surge algún problema y ademas muéstrate comprensivo ante sus quejas. Intenta que la obra les afecte lo menos posible.
4. Puedes aprovechar para hacerles un favor
En una reforma es lo normal que haya residuos. Si has alicatado el baño y han sobrado azulejos, quizá otro vecino pueda usarlos para adornar su jardín o para cualquier otra cosa. Lo mismo podría pasar con materiales de construcción como ladrillos o listones de madera.
5. Por último, comprueba el resultado:
Cuando acabe la reforma invitados a tu casa para que vean como hemos finalizado el trabajo y para que vean que ha merecido la pena. Si puedes invitados a una comida o una cena para que se sientan a gusto.